Volar

Los humanos tenemos etapas derivadas por las vivencias:

 Unos llegan por distintos caminos, otros jamás pasaran por ellos.
Pensamientos que nos impiden, sentirnos libres, ¿Será que la libertad nos asusta?
Porque la vida, no ha sido nada fácil, pero nos demuestra que cada día saldrá el sol

y al llegar la noche la luna, nos vigila y nos preguntará ¿Qué has hecho con tus dones?

 Sabemos que tenemos el potencial para sentirnos libres, vivos… pero hemos de temer a la luz.
Vencerlo es dejarnos llevar como las olas del mar, porque todo lleva una sincronía, todo tiene un sentido armónico, nada está en contra del universo, aunque pareciera caótico y todo lo favorece... aquí en ti.

Respira hondo, suelta el ancla y deja que tu mente te lleve por los mares de tu reino, porque eres como el astro lunar, tienes la capacidad de iluminar tus pensamientos, dominar tu espacio y tu futuro.

Por más incierto que parezca, ante la tempestad resistirás como un árbol y verás el amanecer con nuevos bríos…vive

Momentos

El despertar de una nuevo día donde las reflexiones nos llevan a un mismo camino, no hay situaciones difíciles de comprender, que las líneas de tus labios pudieran pronunciar.

A cada uno de los momentos  expresados en un choque de emociones, Indiferencias encontradas al final del camino de luces estelares, después de haberte llevado al cielo.

Ahora sólo prevalecerá la amnesia de sensaciones, motivado el agrio  sabor del deseo.

Las  Sombras permanecerán a pesar de los bellos colores de cada despertar, respirarás los recuerdos  con el sabor de las canciones, que cubrirán  su corazón. Bendiciones que te acompañarán.

Sueños rescatados

En los tiempos de creer que el universo funciona como un suspiro, en donde las ventanas del corazón se cierran y vuelve la desesperanza, donde las montañas parecen tan silenciosas, mientras el mundo gira, en un ciclo tan etéreo, nada parece que cambiará.

En un instante, cuando cierras tus ojos, vuelven a crecer los sueños donde siempre has guardado la capacidad de sentir, ser tu misma, sonreír y compartir inevitablemente, los eclipses de la vida y la entrega incondicional de dos almas, a un punto infinito, donde el cielo es más cercano a la realidad y el tiempo transcurre lentamente, donde los latidos son imperceptibles y las miradas se unen con la esperanza de un día mejor, que suavemente se escucha unas palabras: toma mis manos, no te apartes yo estaré para verte.

Cada mañana, cuando el agua ha tocado tu piel, vuelve la sensación de haber robado un sueño y que nada es real, pero todo es palpable en función de que lo vivimos, porque lo transpiramos con el alma, se respira. Ningún pensamiento será ahora ignorado, porque son trozos de nuestra inconstancia de la vida donde vencemos los miedos, de nuestra piel y de un sentimiento compartido que emana el vapor de una ilusión que se dibuja día con día en el espejo de la realidad.