Siento tu rostro cerca como aquella primera vez, donde las estrellas eran testigos de aquella locura, de conjuntar el destino, en dos almas, acariciadas por las palabras a través del tiempo... en cualquier lugar, el palpitar de tu corazón me arrulla, como todas estas noches.
Sé que estarás pensando que las sombras y el dolor lograron hacer un espacio entre nosotros, pero cada vez que te sueño y te respiro, siento que el amor prevalece y sé que estarás sintiendo lo mismo, alimentada por esta luz, que reside en el universo inventado para los dos.