sábado, 4 de febrero de 2006

Escúchame.



Escucha cada por un instante los latidos de tu corazón, notarás que no son solo pulsaciones, quizá reflejan el ritmo de tus sensaciones no expresadas, reteniendo lagrimas, sonrisas e incluso besos que nunca pudiste  o dejaste de dar. Soñando con un ser amado que en tus sueños pareciera revivir y que sin embargo está tan cerca y al mismo tiempo tan lejos.


Trozos de la vida que fueron empapados con la intensidad de un momento.


Aunque el sentimiento que parecía tan perfecto enfermó y se escudó tras mil barreras que a pesar de los años  no hemos entendido nuestro destino...  ahora sé que fueron para el bien de nuestras vidas.  Tú espíritu oriental,  complicado y al mismo tiempo fascinante me dejó muchas dudas... Ahora vivo tranquilo pensando que la vida te reubicará en un espacio propicio para que seas féliz.

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