Recuerdo bien la miel de tus labios derramada sobre mi pecho…
Vuelve a nacer la ilusión de la esperanza divina, recobra el espíritu genial de tu buena compañía,
espacios sin límites, sin principio ni fin; escucho los latidos de tu ser,
de la brisa que es testigo de nuestro amor.
Vienes a mí, porque quizás habíamos nacido para compartir nuestros momentos buenos o malos.
Vuelve esa sonrisa soñadora en cada uno de los instantes, las caricias en nuestro ser nos enjuagan de las imperfecciones que existen a nuestro alrededor, vivir esta vida juntos sin sombras, borrando lo destructivo, recobrando las fuerzas para vivir desde ahora, por siempre…
Teresa Lunt
hola... me encanto tu espacio... tienes mucha sensibilidad... de verdad lo disfrute... me gustaria poder tenerte de contacto para platicar... siempre y cuando tu quieras tambien jeje. bueno espero recibir noticias tuyas. besos, bye.
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