viernes, 20 de octubre de 2006

Rompiendo la frontera entre la realidad y lo imaginario.


Las palabras pueden tener diversos significados, el inicio de una fantasía, la búsqueda infinita de tu otro yo, la felicidad absoluta... quizá la encuentres, tal vez cuando los sentimientos hayan rasgado las fibras más sensibles del corazón de la ilusión compartida, de tu contraparte universal.

 Tal vez la hayas tenido enfrente, sí, podrías recordar en el preciso instante cuando ocurrió. Aunque esta respuesta puede tener aristas que pueden resolverse en un instante, o dudar con el paso los años hasta darnos cuenta de una realidad determinante.

Abre tu corazón, deja atrás la racionalidad que bloquea tus sensaciones y respira hondo. Pregunta al viento sí las almas pueden coincidir en un mundo infinitesimalmente pequeño comparado con la magnitud del  universo.

Ahora sí, el pensamiento te dará la respuesta a una duda que tanto tiempo habías planteado. ¡Vive! Respira tu existencia, pero no dejes de soñar, disfruta esos momentos, como uno sólo.

No desprecies tus anhelos, porque tal vez  no nos percatemos si nuestra vida entera fue sólo uno más de nuestros sueños... y la dejamos ir,  o desde este preciso momento, tomemos la decisión de empezar a gozar una nueva vida, partiendo de esa experiencia y buscar en tus recuerdos tu identidad, esa alma que estuvo todo el tiempo presente y que no veias  reflejada en ese espejo, que siempre fue real.  

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